El día que conocí a un Zombi o como disfrutar del Fleshlight Freaks Zombie Dildo

Los Zombis tienen una especie de magnetismo especial que te atrae hacia ellos, a pesar de conocer de primera mano que sólo piensan en comerte el cerebro en primer lugar, para después pasar a devorarte todo el cuerpo.  En esta ocasión hemos sido nosotros los que hemos desmembrado al zombi para quedarnos con su única parte aprovechable, el  Fleshlight Freaks Zombie Dildo.

Hay que decir que en caso de apocalipsis zombi las ranas no tendríamos ningún tipo de problema al camuflarnos con el entorno gracias a nuestra preciosa piel, y a conseguir establecer un perímetro de seguridad en la charca con la puesta en marcha de nuestra famosa capacidad de supervivencia. 

Aprovechamos la noche de Halloween para sacar de su escondite al Fleshlight Freaks Zombie Dildo, como siempre nuestros amigos de la charca nos facilitan las cosas y nos iluminan con esta clases de artilugios de los más frikis que, para que engañarnos, nos encantan y sabemos que a vosotros también.

¡Al ataque!

Al tener el primer contacto con el pene de un zombi lo primero que te esperas es que se te caiga a trozos o la piel esté como suelta, pero la verdad es que los amigos de Fleshlight (pasote de vaginas) han conseguido que su zombi tenga una flexibilidad muy buena gracias a la silicona con la que está fabricado. 

Los detalles son una auténtica pasada, la gama Freaks de Fleshlight, como en casi todo, ofrece una apariencia muy cuidada y unas texturas que suelen ser inquietantes pero efectivas. No obstante al hablar de este zombi es hacerlo de un artilugio que va más allá de lo conocido con anterioridad. Al fin y al cabo estás con el pene de un zombi, algo tiene que tener de especial.

Podrás comprobar que está totalmente lleno de texturas, estas están formadas mediante la imagen de carne desgarrada que crea protuberancias, crestas y pequeños rincones que forma un todo de texturas que disfrutarás en primera persona.  Tiene una longitud insertable de 17 centímetros que te da la sensación de que el zombi era el típico capitán del equipo de fútbol del instituto que va de sobrado. El color es genial, da la sensación de carne putrefacta que incluso en un principio da cosita metérselo.

Cuanto más lo miras más desgarros de la piel podrás encontrar, carne deshecha que imaginas que se te puede quedar ahí dentro. Pero si algo da mucha grima es la zona de las pelotas, que tiene ahí un desgarro que permite ver el interior de los testículos con total claridad y lo que parece un prepucio tirado y putrefacto.  Eso sí, la cresta que está situada entre los testículos no está nada mal para usos posteriores. 

Un Zombi viene a visitarme

El momento en el que abres el tubito de lubricante y embadurnas este pene putrefacto es algo raro, pero sabes que ya no hay marcha atrás. Cuando lo introduces poco a poco vas notando de forma detallada cada una de sus texturas, todas ellas se vuelven más que evidente cuando el uso es continuado; y si le metes un poco de marcha al asunto no te digo nada, este zombi parece que tuvo una vida sexual bastante provechosa antes de caer en las garras de la putrefacción.

La punta es bastante poderosa, esto te permitirá notarla desde el mismo momento de que sea insertada. La circunferencia de 12 centímetros y la longitud de 17 centímetros combinan a las mil maravillas para que el cuello del útero esté muy contento con esta visita de ultratumba. Uno de sus puntos fuertes es que dispone de crestas y texturas que permiten alcanzar lugares que otros Dildos no consiguen, por lo que se situará en pocos segundos entre tus favoritos.

Conclusión

La noche de Halloween trajo consigo uno de esos Dildos de los que se autodenominan frikis, pero que bajo esa apariencia se esconde una auténtica máquina de placer. Texturas y crestas por doquiera que están perfectamente fabricadas para cumplir con su cometido, ya sea viendo una peli de terror o en pleno debate político. El Fleshlight Freaks Zombie Dildo te dará un momento diferente por un precio más que recomendable.