Cómo usar hielo en relaciones sexuales

El hielo es un elemento muy querido por todo el mundo, ya que permite refrigerar los cubatas durante todo el año; anda que no se pasa mal cuando te quedas sin hielo y no hay una gasolinera o un chino en las cercanías. No obstante, no somos conscientes de las utilidades que tiene más allá de para la práctica del botelleo: gracias a los cubitos podemos disfrutar de un buen brócoli en tempura, adecuado para coger la energía necesaria antes de lo que estás pensando. 

Si te encuentras en los prolegómenos de la noche y el vino espumoso te ha hecho perder la vergüenza, nada mejor que juguetear con el hielo durante estos momentos de intimidad en sociedad. Introdúcelo en tu boca, chúpalo de forma casual enseñándolo a tu pareja; verás cómo no te quita ojo en toda la noche. Eso sí, evita cualquier contacto físico por debajo de la mesa, que no está el patio para que te haga una carrera en las medias nuevas. 

Conforme se deshaga el cubito puedes ir jugueteando con él por toda tu boca, esto llevará el juego a un nivel superior y puede provocar un accidente con el vino, la comida o sucedáneo. Puedes ocultar el cubito de hielo en todos aquellos lugares que tu boca esconde y juguetear con tu lengua para que tu compañero pida la cuenta con urgencia, y se lleve los tupers a casa. 

Rumbo a la Alcoba

Hoy es el día del cubito de hielo, o eso decía el horóscopo de la tan ansiada SuperPop ( no os hagáis las remolonas que seguís leyéndola en su edición digital) por lo que al entrar en la alcoba puedes continuar jugueteando con estos pequeños cubos de hielo de una manera más que eficaz para aumentar la temperatura de la habitación.

Utiliza ese cuenco tan feo que tu suegra te compró en su viaje a Benidorm, llénalo de tus cubitos favoritos y comienza a disfrutar de una sesión más que placentera. Coge un cubito y comienza a pintar círculos alrededor de esa zona tan sensible y que tanto les gusta, a pesar de que no te lo digan sus pezones son una auténtica fuente de placer. Si lo combinas con sus pies verás como la temperatura empieza a subir y el rubor de su cuerpo de informará de que lo estás haciendo más que bien.

Dale un poco de descanso a tu pareja, no vaya a ser que se te quede hecho un carámbano y la cosita se ponga en huelga, ahora te toca a ti calentar los cubitos de hielo: recubre tu cuerpo y muéstrale a tu pareja lo bien que pinta el hielo derretido sobre tu boca, tus pechos y un poquito más abajo…

Calor vs Frío

Divertirse con los cambios de temperatura es algo que todo el mundo tiene que probar, está más que entretenido eso de enfriar la piel para que se contraiga, luego la calientes un poquito y se afloja produciéndote una sensación muy agradable.  Este pequeño principio se puede aplicara a las relaciones sexuales y convertirlo en una diversión que puede dar horas de placer y divertimento.

Una práctica muy interesante poner en la boca un cubito durante unos 15 segundos antes de comenzar, de esta forma a medida que la temperatura se vaya normalizando después de retirar el cubito podrás experimentar una sensación nueva y muy diferentes: los escalofríos que provoca el hielo, seguido por la sensación de calor de la boca hará que tu pareja siempre tenga un saco de hielo en el congelador.

En verano hay un juego muy guay que hacer, apunta el aire acondicionado o el ventilador hacia tu pareja, mientras puedes jugar con los cubitos de hielo y verás lo que le ocurre en su piel cuando el aire enfríe aún más su cuerpo. Las ganas de coger un poco de temperatura volverá impredecible a tu pareja y será muy divertido.

Conclusión

El hielo puede ser un gran aliado para pasar un rato más que agradable con tu pareja, no obstante puede no ser de tu agrado y, a pesar de todos nuestros consejos, no funcione como desearías. Así que habla con tu pareja y decide probar esta serie de juegos para ver si el hielo sale de los vasos y se convierte en el maridaje perfecto de una noche de pasión.