Para comenzar con este tema hay que dejar claro que la Eyaculación femenina y el Squirting no es lo mismo; hay muchos usuarios que confunden estos dos términos y es algo totalmente diferente. Son varios los estudiosos, entre los que destaca Janinni, que informan que la eyaculación femenina es un líquido transparente o blanquecino que se confunde de forma habitual con el flujo vaginal propio de la lubricación natural de la mujer.
De forma habitual, este fluido se suele quedar dentro de la propia vagina, no obstante hay ocasiones en la que la eyaculación se presenta en gran cantidad y puede salir fuera, esto ocurre de forma frecuente cuando la mujer se sitúa en una posición sexual en la que se encuentra encima de su compañero.
La eyaculación femenina no es un acto que dependa de la voluntad de la mujer, que salga en mayor o en menor medida es una cuestión de excitación y de las glándulas de Skene (también conocida como Próstata Femenina) que se encuentran situadas en el clítoris y la vagina.
Entonces…. ¿Qué es el Squirting?
Durante el año 2014 el Journal of Sexual Medicine informó de los datos que el doctor Samuel Salama destacó en su estudio, en los que se puede destacar que el Squirt es la emisión involuntaria de orina con una pequeña contribución de secreciones prostáticas. Esto se produce debido a la excitación que provoca una irritación en la vejiga que se vuelve incontrolable fomentado por el esfuerzo pélvico de las contracciones.
Cómo se ha podido comprobar, el Squirting no es sólo morbo, sino que también cuenta con una relajación muscular muy placentera para la mujer que si está acompañada de un orgasmo puede generar unas sensaciones inigualables, que incluso pueden llegar a ser adictivas.
Hay testimonios de mujeres que, de forma involuntaria o voluntaria, tiene la capacidad de llenar grandes recipientes con este líquido. Sin embargo, si hay una tendencia unificada en todos los testimonios es el del supremo placer que supone este tipo de práctica. Esto es debido a que en su gran mayoría lo alcancen mediante la combinación de un proceso estimulatorio del Punto G y del clítoris.
¿Todas podemos hacerlo?
En un principio todas las mujeres tienen la capacidad para hacerlo. No hay un método científico para provocar este tipo de práctica; cada mujer puede llegar a realizarlo desde un camino diferente, ya sea por un majase de clítoris, de Punto G, de ambos de forma conjunta, o que sea un práctica habitual en sus relaciones sexuales.
Uno de los elementos que toda usuaria no debe de olvidar, si decide intentar realizar esta práctica, es que la exploración de todas las posibilidades sexuales de cada persona es clave a la hora de emprender cualquier iniciativa. No es importante conseguir un Squirting prolongado o con una gran cantidad de líquido, lo importante es disfrutar con esta práctica y con el proceso para alcanzarla.
¿Cómo lo hago?
A continuación ofrecemos algunos consejos para intentar el Squirting, pero no olvides que cada mujer es un mundo y puede alcanzar esta práctica por diversas vías. Lo primer que hay que hacer es dejarse llevar por los sentidos y olvidarse de que lo que se pretende es eyacular; es muy importante
contar con un nivel de excitación alto, nada mejor que caricias y preliminares para alcanzarlo.
Comienza a explorar tu clítoris para que aumente su tamaño y el Punto G sea mucho más palpable debido a la excitación. Es el momento de acceder a la zona del punto G, ya sea con la mano o con un juguete, y nada mejor para ello que acostarse sobre la cama con las piernas abiertas.
Al introducir los dos dedos o el juguete en la zona del punto G se podrá comprobar que cuenta con una textura rugosa, eso te indicará que lo estás haciendo de forma correcta y tienes el lugar bien localizado. Ahora compagina este movimiento con la estimulación externa del clítoris para llegar al clímax.
Es el momento de provocar el Squirting, con los dedos del interior se realizarán ligeras presiones en círculos lentos en el Punto G y de manera intermitente se crearán pequeñas pulsaciones con las yemas hacia adelante. Todo este proceso permitirá realizar una presión en las glándulas de Skene, que son las encargadas de producir el líquido prostático que es el que sale cuando se alcanza el clímax.
No olvides que las ganas de orinar son muy comunes en este momento, no obstante empezarás a notar olas de placer incontrolables que te indicarán que lo estás haciendo de forma correcta. Ahora echa hacia adelante la pelvis apretando las nalgas y contrae los músculos pélvicos como si quisieras orinar: repite este proceso y practica hasta conseguir el resultado adecuado.
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Orgasmos a chorros
Reviewed by Informativo
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