Cómo hacer un cunnilingus paso a paso

El maravilloso mundo del cunnilingus, ese pequeño gran arte que te permitirá alcanzar un orgasmo inimaginable si tu compañero es ducho en la materia. Esta delicada práctica puede conseguir que te conviertas en el rey del mambo o puede echar por tierra las perspectivas de una gran noche.

La importancia que se le llega a dar al cunnilingus es tal que muchas mujeres llegan a odiarlo por culpa de una mala praxis. ¿Cómo coño puedes odiar el cunnilingus? Malditos herejes comechochos sin cuidado y delicadeza, con sólo una mujer insatisfecha por culpa de vuestro egoísmo profanáis el nombre del buen amante.

Saber hacer bien un cunniligus requiere de una técnica depurada y de una dilatada experiencia entre bambalinas. Nadie nace enseñado, pero el camino que se recorre hasta situarse como un buen amante hay que hacerlo con paciencia, comunicación y mucho cuidado; que os creéis que el clítoris es un Rasca y Gana.

Dos Truquillos

El primero de estos trucos es algo evidente, pero que muchos se lo saltan y provocan un auténtico cataclismo. Vamos a ver si comprendemos de una vez, y esto lo repite Mrs. Frogg todos los días, que las mujeres tienen otro ritmo. No cojas las manazas y las pongas encima del clítoris como si tuvieras un mando de la play.

La paciencia es una virtud, así que aprendamos a respirar y relajarnos; besa a tu pareja y acaríciale, haz que se relaje para que entre en un estado mucho más receptivo. El cuello es una zona que puede resultar muy placentera, los pezones también existen (no le pegues un mordisco animal) y baja poco a poco hasta la cara interior del muslo con mucha delicadeza y tacto. 

Si lo haces bien notarás como empieza a excitarse y podrás entrar en materia tocando su vagina para acercarte despacito al clítoris. No es tan difícil empezar con esta práctica, es como cuando de pequeño te mandaban unir los puntos por orden para que consiguieras obtener un dibujo muy bonito; si consigues unir todos los puntos por orden obtendrás un orgasmo épico.

El segundo de los truquillos he de decir que es un consejo de un amigo cercano, pero cuando lo puse en práctica a Mrs. Frog no le gustó en demasía, ya que está totalmente en contra de los refrescos. Cada uno que haga lo que considere oportuno, lo que si puedo afirmar es que funciona.

Antes de empezar coges una lata de refresco y la pones al lado de la cama, al principio pensé que era una chorrada pero si le metes un par de tragos, las bebida dulce producirá más saliva que con el agua normal y la lengua se volverá mucho más suave, por lo que tendrás un valor añadido a tu cunnilingus.

Paso a Paso

En primer lugar escoge un lugar tranquilo, un sitio en el que pueda relajarse y estar tranquila; no olvides que estás tratando con una dama, no con un animal de carga. Entra en materia con besos cariñosos y empieza a juguetear para que el ambiente empiece a caldearse un poquito; nada mejor que las caricias para llevarla hasta un estado receptivo total. La clave de este paso es la PACIENCIA, recuerda que los tiempos entre los hombres y las mujeres son muy diferentes; en esta ocasión estás a su merced, así que tranquilízate y utiliza todo el tiempo que necesites.

Ahora toca ponerse cómodos, ya sea acostados o sentados, y continúa con esos besos atentos que permiten que el deseo se mantenga activo y en ascenso. No te quedes en sus labios, baja poco a poco hasta llegar a su cuello y mímala despacito con mucho cariño; busca sus orejas, si esa parte tan sensible que hará que se derrita como un helado en verano.

¡No amases pan!

No pares de acariciar su cuerpo, todos los rincones de la anatomía están ávidos de sentir y conocer a tus labios. Baja hasta  uno de sus pechos, pálpalos con delicadeza y lentitud, ahora hazla volar hasta el mundo de los sueños y que parezca que todo lo que siente viene desde allí. Pon a funcionar tu lengua y comienza a rodear la aureola, busca su pezón con delicadeza y chúpalo despacito hasta que sientas como empieza a transmitirte el placer que  comienza a circular por todo su cuerpo.

Vas por buen camino, pero recuerda siempre que los pechos de una mujer son una gran fuente de placer, pero no los trates como si estuvieras amasando pan, que eso duele y cortas todo el rollo.

Puedes sentir como el placer inunda todo su cuerpo, así que no la cagues, ve despacito al otro pecho y no olvides besarla con mucho cariño durante el camino. Tienes que ser muy paciente y el tránsito de un lado al otro lo debes hacer despacito sin ningún tipo de prisa ni de urgencia; si te has puesto manos a la obra ya sabes que vas a tardar, así que no te quejes y atiende a las respuestas del cuerpo de ella.

Punto caliente

Cuesta mantener el control, pero lo debes de hacer muy bien al pasar al siguiente paso. Después de haber estado un buen rato disfrutando de sus pechos, baja poco a poco por su vientre disfrutando de cada poro de su piel; cada uno de esos rinconcitos esconde una pequeña fuente de estimulación.

Desciende hasta el vientre, esa extensión firme que comenzará a moverse al son de la excitación que estás liberando en tu compañera. Aquí tienes que ser muy firme, ya que ella se pondrá ansiosa y querrá que des un pequeño salto de guión; NO FLAQUEES, y céntrate en lo que estás haciendo. El ombligo es un punto muy sensible de la anatomía humana, podrás comprobar que el leve cosquilleo facilitará una sonrisa siempre agradable en esos menesteres.

El jardín de las delicias

Después de esta labor tan placentera y dedicada, llegas al jardín de las delicias. Has hecho un gran trabajo de puesta a punto de todo el cuerpo, así que no la cagues en el último momento. Introdúcete entre sus piernas, bésala con toda la delicadeza del mundo en la parte interior del muslo. En este momento podrás comprobar que la paciencia pasa a ser cosa tuya y ella estará deseando que empieces a tocar las teclas de su piano de cola.

Busca el centro de su placer, huele ese aroma a sexo que tanto te atrae y olvida todos los prejuicios que te hayan metido en esa cabecita tuya; disfruta el momento y haz que disfrute de su momento.

Cada mujer es un mundo, así que puede ser que esté húmeda o que necesite de un poco de trabajo extra, así que si todavía le falta un poquito juega por la zona con tu lengua y prepara la pista de aterrizaje para que no haya ningún accidente.

Separa con tus dedos o con tu lengua los labios menores, como si de Indiana Jones se tratara descubrirás el arca perdida que tanto anhelabas al comienzo del cunnilingus. Si ves un bultito en la zona norte podrás sentirte satisfecho, ya que has encontrado el clítoris y con él has llegado hasta la clave del placer.

El Botón Rojo

Lame lentamente el clítoris, si no está suficientemente excitada puede causar molestias. No olvides que no eres una máquina y juega con tu lengua: haz círculos, ve primero arriba y luego abajo o hacia los lados. Juega con la presión de tu lengua y con el ritmo. A Mrs. Frogg le gusta que comienza lentamente para acelerar de forma progresiva durante unos 15 segundo hasta alcanzar un ritmo frenético, cuando sientas que comienza a volar para de golpe y déjala con las ganas  ¡El poder es tuyo! 

Cada persona es un mundo, así que no olvides que algunas chicas serán mucho más veloces en alcanzar el orgasmo que otras. Lo importante es que lleguen, no cuanto tardan o lo que te ha costado en esfuerzo.  Juega con todos los parámetros que hemos indicado y no olvides la comunicación, tienes que saber aquello que le gusta y lo que no le apetece. Cuanto más conozcas a tu pareja mejores cunnilingus podrás realizar y ella disfrutará mucho más.

¿Cómo sé si lo he hecho bien?

Muy sencillo amigo, estarás concentrado en tu labor cuando, sin previo aviso, sentirás que el cuerpo comienza a ponerse en tensión y los gemidos se harán mucho más evidentes. No olvides continuar con lo que estés haciendo hasta que notes que todo se relaja, como si la tormenta hubiera pasado.

Has cumplido como un campeón, ahora estará satisfecha y ella tomará el control otra vez. Si no está demasiado relajada lo mismo hay suerte y tienes alguna recompensa por tu buen hacer. Conseguiste darle una experiencia a tu chica que no olvidará y que servirá para aumentar la complicidad de la pareja, pero no te relajes y mejora tu técnica.

No hay un manual o una llave maestra para hacer un cunnilingus: habla, experimenta y disfruta de cada momento, seguro que conseguirás un orgasmo irrepetible.